jueves, 15 de septiembre de 2016

Vacaciones en Cabo de Gata

         Ya estamos de vuelta a la rutina y yo sólo puedo pensar en irme de vacaciones otra vez. Este año he tenido mil cosas en la cabeza y no me ha dado tiempo a organizarlo, así que ido a tiro hecho, me fui a Almería, al Cabo de Gata donde he ido muchos años así que me lo conozco bastante bien y sabía que sería acierto seguro. 

Debo decir que me llevé un poco de desilusión porque se ha masificado. Ya sé que no se le puede pedir peras al olmo y que en agosto siempre hay gente, eso lo entiendo, pero ahora hay demasiada gente.

La playa de San José, donde siempre ha habido todo tipo de actividades para la familia, se ha convertido en una guardería, donde antes había una plataforma en el mar con un tobogán y un trampolín, ahora hay todo un despliegue de medios hinchables donde te cobran y te controlan el tiempo que estás. En la playa de los Muertos, conocida por ser un paraíso natural, han montado un parking donde hay hasta un "chiringuito" para sacar dinero a los veraneantes y así con varios ejemplos más.
 
Sin embargo, hay una playa, la de San Miguel de Cabo de Gata que es enorme, kilómetros y kilómetros de playa donde por lo general sólo hay una línea de playa y los vecinos más cercanos están a varios metros de ti, evitando así tener el pie del de al lado  pegado en tu cara. Esta playa fue mi paraíso particular sin niños correteando y llenándome de arena. No es una cala, pero sí que tiene arena limpia y aguas cristalinas.



Por supuesto hay visitas obligadas que uno no se puede perder como el Arrecife de las Sirenas, aunque yo no bajé porque no tenía el calzado adecuado pero lo tengo pendiente, Las Negras, Los Escullos, Cala Carbón, Genoveses, Mónsul, el Playazo, Carboneras… La primera vez que fui cada día iba a una playa o cala diferente, tenía un mapa donde apuntaba si me gustaba o no, el acceso, gente…Ahora no me complico y voy a los seguro. 


Además, Almería ofrece todo tipo de actividades acuáticas. En San José hay mucha oferta, yo me decanté por coger un barco (en realidad es una lancha) que te lleva por toda la costa explicando la geografía, las especies marinas, las formaciones rocosas… Lo mejor de esta excusión es que también se hace snorkel, que personalmente no me apasiona porque los bichitos marinos me dan pánico, pero aún así me tiré al agua y vi una estrella de mar.

Lo mejor para conocer este paraíso es perderte entre sus playas, andar y buscar sitios recónditos donde se parece que se para el tiempo.


Playa de Carboneras


Arrecife de las Sirenas

Time out